Jorge Ramiro Atiencia Bravo, el creador de los símbolos parroquiales de Puerto Limón
Jorge Ramiro Atiencia Bravo, el creador de los símbolos parroquiales de Puerto Limón
En una entrevista reciente, Jorge Ramiro Atiencia Bravo, creador de los símbolos parroquiales de Puerto Limón, compartió los detalles y el trasfondo histórico de cómo llegó a ser el autor de estos importantes emblemas que representan la identidad de la parroquia.
Atiencia recuerda que fue en el año 2001 cuando se convocó a un concurso público impulsado por el entonces presidente del Gobierno Parroquial, el señor Joffre Ganchozo. El evento se realizó en el parque central Horacio Zambrano, y contó con la participación de un jurado conformado por autoridades educativas y personalidades locales. Los trabajos de los concursantes fueron exhibidos días antes de la celebración de la parroquialización, y fue allí donde Jorge Atiencia resultó ganador.
Para la creación de los símbolos parroquiales, Atiencia llevó a cabo una investigación exhaustiva. Consultó publicaciones de la época en periódicos locales y recopiló información basada en la cultura Tsáchila, la riqueza productiva de Puerto Limón, así como datos etnográficos, geográficos, históricos y antropológicos. Su enfoque integral dio como resultado unos símbolos con profundo significado y conexión con la identidad local.
Uno de los elementos más emblemáticos es la bandera de la parroquia. Sobre ella, Atiencia comenta que se inspiró en la historia de los primeros colonos, quienes en su mayoría provenían de las provincias de Manabí y Loja. Esta conexión histórica se refleja en los colores y símbolos que la componen. Los primeros bocetos, elaborados en formato A4, hoy reposan en las instalaciones del Gobierno Parroquial como testimonio de su trabajo y dedicación.
Jorge Atiencia llegó a Puerto Limón hace más de 40 años y desde entonces se desempeñó como docente, aportando también desde la educación al desarrollo de la comunidad. Hoy, expresa con orgullo su deseo de que las nuevas generaciones puertolimonesas vean en los símbolos parroquiales una representación viva de su historia y se identifiquen con ellos como parte de su herencia cultural.